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sábado, diciembre 09, 2006

ANSIEDAD

La ansiedad es un mecanismo adaptativo natural que nos permite ponernos alerta ante sucesos comprometidos. En realidad, un cierto grado de ansiedad proporciona un componente adecuado de precaución en situaciones especialmente peligrosas. Una ansiedad moderada puede ayudarnos a mantenernos concentrados y afrontar los retos que tenemos por delante. En ocasiones, sin embargo, el sistema de respuesta a la ansiedad se ve desbordado y funciona incorrectamente. El sujeto se siente paralizado con un sentimiento de indefensión y, en general, se produce un deterioro del funcionamiento psicosocial y fisiológico.

Se caracteriza por un sentimiento de angustia de carácter persistente, insidioso y generalizado. La ansiedad, síntoma básico de este trastorno, se acompaña por lo general de una sensación de tensión interna y dificultad para relajarse.Los síntomas más frecuentes son:
- Ansiedad y preocupación excesivas respecto a una amplia gama de actividades
- Al individuo le resulta difícil controlar este estado de constante preocupación.

Se experimentan, además, tres o más de los siguientes síntomas:
- Inquietud
- Fatiga extrema
- Dificultad para concentrarse o tener la mente en blanco
- Irritabilidad
- Tensión muscular
- Alteraciones del sueño.

En los momentos de máxima crisis de la ansiedad generalizada, los síntomas de esta enfermedad pueden parecerse a los de otro trastorno de angustia, el ataque de pánico, pero conviene distinguir uno del otro. Los puntos álgidos de la ansiedad generalizada se presentan de manera más gradual, remiten más lentamente y los síntomas somáticos son menores que en los ataques de ansiedad.
Muchas veces encontramos que el paciente también se halla deprimido o, al revés, una persona deprimida tiene episodios de ansiedad. La Psiquiatría diagnostica al enfermo de ansioso si la ansiedad es el principal síntoma o, por el contrario de depresivo si lo principal es la depresión.
Las mujeres tienen el doble de probabilidades de presentar ansiedad generalizada. Frecuentemente comienza en la niñez o en la adolescencia, pero se puede presentar a cualquier edad. Para la mayoría de los pacientes con ansiedad generalizada, los síntomas se agravan y se suavizan de forma interminente.